Arepa Dicótoma
Nada fácil empezar un día domingo en el que la agenda política es la pauta del día (pese a no querer darse cuenta), pues el corre-corre de los miembros de mi familia (mi mamá y mi hermano) que madrugaban a votar para elegir a sus candidatos del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela), era demasiado perceptible. Pese a ello me prometí no darme por enterado que era un día de elecciones, sin embargo al llegar la hora de mi tempranero desayuno, por ser día domingo a las siete y treinta de la mañana y de pronto cuando me disponía a darle uno de mis más suculentos mordiscos a la deliciosa arepa que tenia servida en mi plato y sin saber ¿cómo, ni por qué?, una vez más me vi Enfrentado al cotidiano discurrir político-ideológico.
Una deliciosa arepa hecha con la ya tradicional harina pan “la marca de nacimiento de todos los venezolanos”, eso reza la pauta publicitaría, razón de sobra para no dudar de lo sabrosa que estaba aquella arepa a la que por tradición, costumbre y añadidura le untaría la no menos tradicional margarina ¿casa…?, ¡No puede ser…!, ¿Qué contubernio es este?. ¡Una arepa escuálida untada con margarina revolucionaria! e irremediablemente el toma y dame político –ideológico se tomó por asalto mi alimento dominguero.
-Inevitablemente surge la pregunta obligada- ¿Será que me hace daño…?
-pero afortunadamente también surge la respuesta necesaria- ¡no…no lo creo!, todo lo contrario, pues creo que ni mi estómago, ni mi paladar distinguen el origen ideológico bifurcado de mi desayuno, así que asumí la dicotomía filosófica de mi arepa y sin ningún remordimiento me la engullí.
Ya a estas alturas de la mañana, mi mamá y mi hermano salían para irse a votar por sus candidatos favoritos del PSUV, yo me sentaba frente a la computadora para hacer mis deberes y entre tanto me preguntaba una vez más: ¿Será posible que alguna vez gobierno y oposición logren entenderse para la construcción del país, con la misma armonía que se entendieron la arepa y la margarina de mi desayuno para alimentarme? Lo dudo porque al parecer estos políticos sólo saben gobernar con lo mejor y lo peor que cada uno de ellos tienen por separado, más no con lo mejor de cada uno pero juntos. Craso error, pero allá ellos, yo mientras tanto seguiré comiéndome mi arepa dicótoma.